Monday, December 20, 2010
Un Problema más para el Latino: Su recibimiento en este país.
Cuando las personas viajan a un país desconocido se forman ideas de encontrar un recibimiento de acuardo a la información que ha obtenido antes de llegar a Canadá. A Canadá lo conocemos como un país amistoso de reputación impecable alrededor del mundo. Por eso muchos lo tienen como el mejor país para vivir . Durante los últimos tiempos los viajeros han tenido una serie de problemas al llegar a los aeropuertos y fronteras. En Vancouver se dan los casos de muchas historias que todos conocen porque lo han sufrido o han sabido de casos de abuso de autoridad. A los trabajadores comunitarios les preocupa, los abogados lo conocen, la comunidad escucha rumores y nadie hace nada por detener o denunciar este asunto.
El caso es que se han llegado a un punto extremo de falta de respeto en que individuos incluso familias han sido maltratados, aislados y cuestionados durante largos períodos de tiempo pasando de la sospecha razonable a la prepotencia.
Las organizaciones que trabajan con refugiados realizan investigaciones, así también las organizaciones que trabajan por los derechos humanos, pero la información ha quedado solamente dentro de los archivos por falta de testigos concretos que puedan dar un testimonio en el cual se pueda intervenir legalmente para detener estos abusos.
Las anécdotas e historias son diversas pero tienen algo en común que es el mal comportamiento de los oficiales migratorias y sus acusasiones arbitrarias, especialmente contra los que llegan a refugiarse a este país, de ellos se han obtenido algunas historias y anécdotas como el caso de un niño de 5 años que fue interrogado por media hora seguida violando todos los derechos del infante. También familias completas han sido regresadas a su país de origen en interrogaciones en donde no han tenido ninguna asistencia legal para ayudarles a pelear sus derechos como aplicantes a refugiados. Personas que han tenido que estar 24 horas esperando por la revisión solamente de un pasaporte. Como si un niño o una señora de edad fueran un peligro para el país. Dentro de las hitorias que hemos podido obtener está la de Julio César, un jovencito colombiano que llegó a este país como turista y fue detenido e interrogado por el sólo hecho de ser colombiano y sus pertenencias fueron decomisadas durante 24 horas. Este joven fue acusado de cosas que nunca en su vida había hecho. Finalmente lo dejaron ir sin antes advertirle que fuera a involucrarse en cosas que le podrían traer problemas en su estancia en este país. Obtuvimos en exclusiva otra declaración para La Prensa Hispanoamericana del joven Enrique Martínez quien también considera que fue abusado por las autoridades y que nuestro deber es denunciarlo. Le pedí que nos relatara los hechos:
¨Cuando llegamos al aeropuerto de Vancouver, primero se nos acercaron un par de unirofmados preguntándonos a qué veníamos, si éramos turistas, es que el problema es que traíamos demaisado dinero, yo traía como 800 dólares americanos que se les hizo poco dinero, total que hacían relevos para venir a preguntarnos mientras esperábamos las maletas las mismas cosas una y otra vez para ver a que hora nos equivocabamos o a que hora decíamos algo que les permitiera negarnos el acceso, porque déjame decirte que nosotros no somos gente acomodada o de negocios, pero tampoco somo drogadictos o gente que viene a quebrar la ley. El chiste es que revisaron todas nuestras pertenencias como 5 veces, muy minuciosamente, después me pidieron que los acompañara a un cuarto aislado como si fuera un criminal, diciéndome que todo lo que les estaba contando era mentira y me dejaron allí por tres horas junto con un koreano y un guey de Myanmar o algo así que no hablaban nada de español u otra lengua que pudiera entender, pero entendía que estabn muy asustados y caí de cuentas que ese era su juego y que nada más nos estaban asustando para no sé que propósito. Total, que les dije después de las tres horas que regresaron a volver a decirme que eran mentiras me enojé y les dije que me regresaran a México y me regresaran mi dinero del avión y que era un país discriminatorio y que como me tenían detenido sin cargos y en contra de mi voluntad los iba a denunciar a Derechos Humanos. Total les dije que quería hacer unas llamadas a México y después de un ratito más nos soltaron dándonos una forzada bienvenida y advirtiéndonos que no fueramos a aplicar como refugiados. Nunca nos pidieron disculpas. Yo todavía me acuerdo de las caras de los dos prepotentes incluso a uno le pusimos el sonny porque se creía protagonista de serie gringa.¨
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